En este artículo, exploraremos el nacimiento y la infancia de Jesús, un período crucial en la vida del Maestro que estableció las bases para su enseñanza de humildad. A través de los textos bíblicos, descubriremos cómo el nacimiento de Jesús en Belén y su crecimiento en un entorno sencillo y humilde, reflejaron y enfatizaron su mensaje de humildad.

LA HUMILDAD DEL SER ENCARNADO EN JESÚS

Todos pensamos en Jesús, como el niño que nació, o el hombre que murió, unos pocos más piensan en el poderoso ser que demostro que era cuando resucitó, y cuando le demostró a sus discípulos y apóstoles quién era en realidad; en ese tiempo, y aún ahora, es dificil creer cuando una persona dice ser algo diferente a lo que nuestros ojos perciben. En la mente humana es dificil creer que un ser tan poderoso pueda habitar en un cuerpo humano. Exploremos la vida de Jesús y su facinante historia.

El Nacimiento de Jesús

El nacimiento de Jesús, según el Evangelio de Lucas (2:1-7), ocurrió en Belén, una pequeña ciudad de Judea, en un momento de gran expectación y celebración. Aunque Jesús nació en circunstancias humildes, su llegada fue anunciada por ángeles a los pastores y a José, un carpintero quien fue el padre adoptivo de Jesús de Nazareth. Una compañía de magos o astrólogos de oriente, también fueron avisados de este acontecimiento, y desde allá estuvieron 2 años viajando para llegar hasta donde estaba el niño, ellos fueron guiados por una estrella para encontrar a María y al niño. Este nacimiento, aunque humilde, fue precedido por signos celestiales que anunciaban un evento de gran importancia.

Lucas escribió lo siguiente, después de una larga investigación sobre los orígenes del Maestro Jesús: "Y en aquel tiempo apareció un ángel del Señor a José, mientras soñaba, diciendo: José, hijo de David, no temas tomar a María por esposa; porque el hijo que de ella has engendrado, y el cual nazca, será llamado Hijo del Señor. Y él heredará el reino de David su padre; y José llamó al nombre del niño Jesús." (Lucas 1:28-33) El ángel le dio la fuerza de voluntad y motivación suficiente para hacerse cargo del niño. José al ser descendiente del Rey David, al igual que María la mamá de Jesús, conocían claramente las profecías y esperaban que una virgen iba a concebir un hijo, por ello, José no se opuso para cuidar y criar al niño, dado que las profecías se estaban cumpliendo en ellos, y ellos habían sido elegidos por Dios Padre para este propósito.

La Infancia en Belén

Durante su infancia, Jesús creció 2 años en Belén, luego un tiempo en Egipto, y finalmente en Nazaret, una ciudad de Galilea al norte de Israel, un lugar que, aunque no era el centro del poder político o religioso de la época, se convirtió en el escenario de su formación espiritual y humana desde que era niño. La humildad de Jesús se reflejó en su entorno, en su familia y en su vida cotidiana. Aunque no se detallan muchos aspectos de su infancia en los textos bíblicos, la enseñanza de la humildad se manifiesta en su vida y enseñanzas.

"Y subió con sus padres a Jerusalén cada año en la fiesta de la Pascua; y cuando era ya grande, iban a ella; y después de los días de la Pascua, volvían a su pueblo." (Lucas 2:41-42) En este pasaje Lucas confirma que fueron pocos los años que Jesús vivió en egipto, dado que, Jesús ya tenia la costumbre de ir a Jerusalem para la fiesta de la pascua cuando tenía 12 años. Recordemos que generalmente las madre enseñaban a sus hijos a leer desde pequeños, y a los 7 años, cada niño pasaba a leer un fragmento biblico en la sinagoga, donde marcaba el inicio del aprendizaje de los niños en la sinagoga, cuyos maestros eran los levitas que enseñaban la ley de Dios y la historia de su pueblo en aquella época, ellos estaban divididos en grupos religiosos políticos, y el grupo que controlaban las sinagogas era el grupo de los Fariseos, ellos educaron a Jesús como a todos los niños de Nazaret, desde los 7 hasta los 13 años, donde se hace otra celebración para finalizar el período de la Niñez, y era el momento de hacer acuerdos pre nupciales.

La Humildad de Jesús

La humildad de Jesús se manifiesta en su nacimiento y crecimiento en un entorno sencillo y humilde. Aunque nació en una familia de humildes artesanos, específicamente “tektön” o constructores, Jesús no mostró orgullo ni desdén por su origen. En cambio, su vida y enseñanzas reflejaron un profundo sentido de humildad, que se convirtió en el núcleo de su mensaje.

Jesús inicia su ministerio alrededor de los 30 años, y un día, hablando con Nicodemo le revela lo siguiente: "Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo; sino para que el mundo sea salvo por él. El que cree en él no es condenado; pero el que no cree es condenado ya, porque no ha creído en el nombre del único Hijo de Dios" (Juan 3:17). Estas palabras confirmaban la relevancia de creer en Él, pero en su ministerio podemos observar que Él jamás obligó a nadie a creer, ni a hacer su voluntad, aunque tenía el poder para hacerlo. Jesús siempre mostró su humildad a todos, para que todos pudieran aprender que el camino que lleva a la eternidad y a la gloria eterna se empieza siendo humilde.

El apóstol Pablo, hace una especial afirmación de quien era Jesús antes de encarnar, y escribe con admiración sobre su encarnación y sobre su vivencia humilde, escribió en Filipenses: 2: 3 -11: 3 Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; 4 no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros. 5 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, 6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. 9 Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, 10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.

En Conclusión, El nacimiento y la infancia de Jesús en Belén y Nazaret establecieron las bases para su enseñanza de humildad. A través de su vida y enseñanzas, Jesús demostró que la humildad no es solo una virtud, sino el camino hacia la salvación y la vida eterna. Su ejemplo nos invita a buscar la humildad en nuestras propias vidas, a reconocer nuestras limitaciones y a servir a los demás con amor y sin pretensiones.

Este artículo ha explorado cómo el nacimiento y la infancia de Jesús reflejaron su enseñanza de humildad, utilizando textos bíblicos para ilustrar su mensaje. A través de este viaje, esperamos que puedas apreciar más profundamente la importancia de la humildad en la vida de Jesús y cómo podemos aplicar este principio en nuestras propias vidas.

Espero que este artículo te haya ayudado y servido de guía para tu desarrollo y fortalecimiento espiritual.

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Kha’EL Elyón de Gavri’EL, Escritor

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